TAURO, CARACTERISTICAS DEL SIGNO

Planeta regente: Venus
Elemento: tierra
 

Generalidades:

Familiarizados ya con todos los adjetivos y cualidades que corresponden a Venus, es de suponer que este planeta deberá sentirse un poco cercado en un signo del elemento tierra, en el que sobresalen los valores más bien tradicionales, la continuidad, etc.
 

Decididamente Venus se sentirá más a gusto en un signo de aire, y eso lo veremos en la descripción del signo de Libra, del cual es regente también este planeta.

No obstante, pese al cerrado cerco taurino, Venus le confiere a este signo los elementos estéticos y un exacerbamiento de la sensualidad, aspectos estos escasos, cuando no ausentes, de los otros dos signos de tierra: Virgo y, sobre todo muy a propósito con lo que veremos de Capricornio.

 

El nativo de Tauro demuestra una marcada inclinación por las bellas artes, y si bien no resultan de este signo destacados intérpretes y creadores, sí engrosan sus filas nombres de individuos dedicados a la investigación y el estudio de las materias del espíritu: numerosos ensayistas, muchas veces geniales y que marcaron épocas con sus doctrinas intelectuales, fueron nativos de Tauro.

Venus dota a este signo del gusto por los placeres sensuales, a falta de esa ligereza que satura al signo de Libra. El nativo de Tauro, pues, será un sibarita, gustará de los placeres de la mesa: el buen comer y el beber serán ciertamente sus debilidades, aunque no en su aspecto de gula, sino en cuanto a un gusto por las exquisiteces, los manjares exóticos, los restaurantes que suelan preparar platos especiales: en este ambiente demuestran los taurinos todas sus aptitudes al respecto. Si a una nativa de Libra se le conquista con un bello vestido, a un taurino se le captará con una invitación a una comida que se le haya preparado especialmente, acompañada con un buen vino.

Amantes del campo, de la naturaleza y de la paz campestre: he ahí su elemento natural. Si va de vacaciones, escogerá con frecuencia una estancia en el campo. Gustará de plantar su propio huerto y criar gallinas. Este nativo es muy poco adaptable a los cambios bruscos pues se encuentra muy apegado a sus orígenes, su pueblo, su nación; aunque guste, ciertamente, de viajar, conocer otras civilizaciones, siempre le satisface saber que puede "volver a casa".

 

Es claro en sus objetivos y línea de conducta: aquí no tenemos al arriesgado Aries. Tauro será el tesón, el trabajo a veces agotador, la fuerza continua.

Siempre en él habrá un buen amigo. De esas amistades que no requieren el contacto continuo para mantenerse vivas. Pero cuidado! Tauro es excesivamente celoso, lo mismo para la amistad que para el amor. No admite terceros que irrumpan en los planos afectivos. Y la cólera de un taurino es de temer.

 

Quizás los dos defectos más sobresalientes de estos nativos sean precisamente estas dos pasiones: los celos y la cólera. Una cólera que va rumiando, que teme explotar, que no se descubre espontánea, pero que puede tener implicaciones terribles, hasta sus últimas consecuencias.

Absorbente, será en consecuencia muy celoso y no únicamente en sus signos externos: el taurino extenderá su campo posesivo incluso hasta los confines del pasado del ser amado. Siente celos del pasado, y los sufrirá con una impotencia desgarradora.

Es metódico y sumamente ahorrativo: un despilfarro es un agravio, esto no quiere decir que sea avaro ni mucho menos codicioso: si un amigo necesita su ayuda económica, puede contar con ella, pero el despilfarro no, y para predicar con el ejemplo, él mismo se cohibirá de gastos superfluos que no le aportarán nada concreto.

Pese a que suele presentar una constitución física corpulenta, generalmente de elevada estatura, amplios hombros y cuello grueso, la ropa le "cae bien", lo que constituye una característica venusina más.


Sus profesiones idóneas son aquellas relacionadas con el estudio sistemático y la investigación: demostrará amplia capacidad de análisis. El campo del ensayo le es mucho más propicio que el de la poesía, por ejemplo, aunque no está exento, ni mucho menos, de fantasía e imaginación. La danza y el canto le atraen, quizá por la influencia discreta de Venus sobre estos nativos, ya que este planeta dota siempre a sus nativos de cierta elasticidad (a pesar, en este caso, de la rigidez taurina) y de cierto timbre de voz. Los taurinos tendrán menos musicalidad al hablar que un Libra, pero siempre tendrán un timbre especial.

Pero dedicado a las labores campestres, un taurino se sentirá completamente realizado, al menos en paz consigo mismo.

Enfermedades:

 

Su punto débil es la garganta y con frecuencia se sentirá aquejado de amigdalitis y otras infecciones de garganta.

Nativos del signo Tauro:

 

Balzac, Karl Marx, Sigmund Freud, Kierkegaard, Bertrand Russell, Orson Welles, Isadora Duncan, Eva Duarte de Perón y Silvana Mangano.

 

Países:

 

Canadá, Irlanda, Turquía y Venezuela.