La energía que emplea la magia para alcanzar sus fines es natural. Está presente en nuestro cuerpo, así como en elementos físicos tales como la arena, la madera, las piedras, el barro, el fuego, el aire, las plumas y cualquier otro componente de la tierra.
El arte del cual nos ocupamos consiste simplemente en el uso de estas energías. En la actualidad, parece una práctica misteriosa, pero únicamente porque hemos olvidado la mayoría de sus técnicas. Algunas personas afirman que tienen poderes mágicos. Confío en que no piensen que son especiales. Todos poseemos ese poder y podemos aprender a utilizarlo. Sólo es necesario tener una mente abierta y ganas de practicar.
Encantamientos y rituales
Un encantamiento o un ritual consiste en una serie de acciones, palabras y otras ceremonias específicas que concluyen con un movimiento de energía.
En el ámbito de la magia, podemos utilizar indistintamente cualquiera de los dos términos; pero conviene hacer esta diferenciación para evitar malentendidos, puesto que en la vida religiosa los rituales son ante todo expresiones espirituales de la fe. Los rituales mágicos son muy diferentes.
Así, por ejemplo, podemos proponernos un objetivo concreto, coger hilo y aguja y confeccionar un objeto artesanal. O quizás encender una vela y recitar un breve cántico. Con estas acciones pretendemos provocar un cambio positivo en nuestra vida.
La visualización
Un concepto fundamental para conseguir este tipo de cambio es la visualización mágica. Éste término se refiere a la práctica de crear imágenes mentales referentes al objetivo que perseguimos.