Tu fuiste, ¡Oh muerte! inmortal,
porque venciste al mundo
porque venciste al mundo
solucionando problemas
con un saber muy profundo,
trasmíteme hoy a mi
ese conocimiento fecundo.
Haz ¡Oh muerte tan sagrada!
que yo siempre triunfe en el mundo.
Por la pena y la agonía
que tu das al moribundo
Haz ¡Oh muerte tan sagrada!
que yo siempre triunfe en el mundo.
Por la pena y la agonía
que tu das al moribundo
en su postrera agonía
al despertarse el mundo.
Haz ¡Oh muerte tan sagrada!
que yo siempre triunfe en el mundo.
Por los dolores que das
al despertarse el mundo.
Haz ¡Oh muerte tan sagrada!
que yo siempre triunfe en el mundo.
Por los dolores que das
al sentir tu emanación
cuando tus miembros
bien fríos son principio de emoción.
Haz ¡Oh muerte sagrada!
que yo siempre triunfe el mundo.
Haz ¡Oh muerte celestial!
calmado ya mi quebranto
unirme sólo a ese ser
cuando tus miembros
bien fríos son principio de emoción.
Haz ¡Oh muerte sagrada!
que yo siempre triunfe el mundo.
Haz ¡Oh muerte celestial!
calmado ya mi quebranto
unirme sólo a ese ser
a quien amaba yo tanto.