Poderoso y Glorioso San Jorge,
ejemplo de humildad y justicia,
que de los vicios nos defendiste con tu lanza,
que de los vicios nos defendiste con tu lanza,
del dragón, del demonio inmundo,
para transportarnos a la Gloria.
Santo de la valentía, protégeme,
cabalga siempre a mi lado,
en los momentos buenos, conmigo,
y en los momentos malos, siempre conmigo,
pues tu valor y fortaleza,
serán un bálsamo para mi,
que curará todas mis aflicciones.
No permitas el triunfo de mis enemigos,
de quienes atenten contra mí,
que yo a nadie daño y a nadie mal deseo.