Una vez que conoce su objetivo y ha programado su visualización y formulación, es hora de que seleccione los catalizadores que le ayudarán a centrarse en el deseo y a asistirle en la tarea de atraer hacia usted las energías de ese objetivo. Un catalizador se define como algo que contribuye a un objetivo, pero no tiene ninguna influencia sobre el resultado por sí solo. En magia ningún catalizador tiene poder por sí mismo hasta que el brujo reconoce su potencial para hacerlo y utiliza su conocimiento para desarrollarlo. Sólo entonces el catalizador tiene influencia y se convierte en un compañero de trabajo.
En última instancia, la fuente de poder que impulsa a la magia es interna, aunque solemos utilizar muchas fuentes externas para alimentar y reforzar ese poder. Los catalizadores comparten regidores y afinidades elementales —una velocidad vibracional o pauta astral común— con nuestros objetivos, que es la razón por la cual funcionan. Por consiguiente, es importante que sepamos lo suficiente sobre energías mágicas para elegir con prudencia. Todos los catalizadores encajan en categorías amplias de la técnica general de hechizos. Muchos de ellos son métodos muy populares para hacer magia y a algunos se les han dedicado libros enteros. A continuación se incluye una lista de categorías mágicas generales.
Magia de las velas y del fuego:
Utiliza velas, corazones y llamas.
De los colores:
Emplea el color relacionado con su objetivo mágico.
