Veamos que nos dice la antropóloga Angelina Pollak-Eltz* al respecto:
"En todas partes de Venezuela existen cultos locales para muertos milagrosos que son santos populares canonizados por el propio pueblo. Estos santos no son reconocidos por la Iglesia Católica. Algunos sólo tienen sus devotos sólo en una aldea o en una región específica, otros son conocidos en todo el país. el pueblo distingue apenas entre un santo auténtico y un muerto milagroso". (...)
"Ya en la primitiva Iglesia romana, los cristianos solían rezar por los difuntos. En la edad media, el culto a los muertos floreció en toda Europa. Todavía se piden misas para ellos con el fin de abreviar su estadía en el Purgatorio. tanto los vivos como los muertos pertenecen a la "comunidad de los santos", o sea, los que creen en Jesucristo forman una comunidad. Así los vivos y los muertos pueden ayudarse mutuamente. eso explica porque los fieles no sólo rezan para sus deudos sino también a la ánimas del Purgatorio, para que pidan favores a Dios." (...)
"En el catolicismo popular las ánimas venezolanas se confunden también con espíritus vagamente definidos" y nos muestra como ejemplo una oración publicada en prensa de las 13 ánimas benditas" (...)