Una de las principales funciones del chamán es la curación, que a menudo se realiza por medio de un trance o un estado onírico en el que el curandero se encuentra con el espíritu que está causando la enfermedad, y, o bien batalla con él, o retorna con información que puede ayudar al paciente. Nos han llegado pruebas de este tipo de prácticas entre los celtas de Gran Bretaña e Irlanda a través de un templo romano-británico al dios Nodens en Lydney, Gloucestershire.
Se sabe poco de este dios, que ha sido descrito alternativamente como una deidad solar o el dios del mar o de un río. Se encontró un objeto que se creyó que era una diadema sacerdotal en Lydney, y llevaba una imagen del dios montado en un carro tirado por caballos y rodeado de nereidas y espíritus de los vientos. A partir de aquí, algunos comentaristas han asumido que Nodens (asumiendo que esta sea una descripción de él) era un dios solar del mismo tipo que Febo Apolo, que también va montado en un carro tirado por cuatro caballos. No obstante, la presencia de los espíritus del agua sugiere que era un dios del mar, más como Neptuno. El templo mismo tiene un notable parecido con el de Asclepion en Epidaurus, Grecia, donde se realizaba un ritual conocido como «incubación». En él, el enfermo, habiendo hecho primero un sacrificio al dios del lugar, entraba es una casa de baños especial y, tras purificarse, se le llevaba a un edificio en el que había una serie de pequeños cubículos. Allí el sujeto dormía y, si el dios quería, recibía un sueño que le indicaba los medios por los que se curaría.