As de Bastos (al derecho).— Caída. Decadencia, sea de lo que quiera, ya en amor, en amistad, en privanza, en negocios, en bienes o en salud. Presagia al que consulta que sufrirá bancarrota fuego en sus bienes o una peligrosa enfermedad; le amenaza la muerte; pero escapará de ella indudablemente. Cerca del tres de oros, presagia la muerte de un personaje. Si el juego se hace para una señorita y el dos de copas acompaña a esta carta, podrá entonces el amor hacerla caer en un lazo peligroso para su reputación.
As de Bastos (al revés).— Nacimiento. Origen, creación, principio, primacía, raza, línea, posteridad, familia, etc. Acompañada del tres de oros indica numerosa sucesión. Junto a la sota de copas, advierte al consultante que sus descendientes serán muy inclinados a uno de los vicios capitales y particularmente a la gula y a la lujuria. Cerca del dos de copas, indica una señorita comprometida.
As de Bastos (al revés).— Nacimiento. Origen, creación, principio, primacía, raza, línea, posteridad, familia, etc. Acompañada del tres de oros indica numerosa sucesión. Junto a la sota de copas, advierte al consultante que sus descendientes serán muy inclinados a uno de los vicios capitales y particularmente a la gula y a la lujuria. Cerca del dos de copas, indica una señorita comprometida.
Dos de Bastos (al derecho).— Pesadumbre. Tristeza, aflicción, dolor, etc. Pronostica que un pariente se verá obligado a emigrar; si lo verifica por tierra, dará una caída: si por mar naufragará. Pero si esta carta está junto a otra favorable escapará de la muerte. Si fuere el consultante una señorita, recibirá disgustos causados por su amante, y es signo de envidia, precedida de rey de espadas. Acompañada del as o tres de copas, anuncia un cambio o una sorpresa feliz. Al lado del cinco de espadas, indica abandono.