El secreto del Zen consiste en sentarse, simplemente, sin objeto ni espíritu de provecho, en una postura de gran concentración. Esta manera desinteresada de sentarse se llama zazen.
Za significa sentarse, y Zen meditación, concentración. La enseñanza de la postura, que es la transmisión de la esencia del Zen, tiene lugar en un dojo (lugar en el que se practica la Vía) y es efectuada por un Maestro iniciado tradicionalmente en la línea de los patriarcas y de Buda. La práctica de zazen es muy eficaz para la salud del cuerpo y del espíritu, a los que conduce a su condición normal.
El Zen no puede ser encerrado en un concepto ni comprendido por el pensamiento. Requiere ser practicado. Es, esencialmente, una experiencia.