Para cambiar el cuerpo cambiemos la mente.
Tenemos la capacidad de cambiar lo que nos sucede en el cuerpo si cambiamos nuestro estado de ánimo, la prueba de ello son los placebos, ya que cuando los utilizamos en una gran parte de ocasiones producen curaciones. Por lo tanto, cuando experimentamos procesos que lo alteran (como pueden ser la meditación, la hipnosis, la visualización, la psicoterapia, el amor y la paz interior) nos abrimos a la posibilidad de la curación y el cambio.
Puede producirse una transformación particularmente espectacular cuando una persona con el trastorno conocido como personalidad múltiple o personalidad escindida pasa de una personalidad a otra. Antes se solía considerar un fenómeno como sumamente raro, pero en la actualidad este trastorno es mucho más común, como lo son también las circunstancias que, según parece, lo originan, es decir, los malos tratos a los niños.
Al parecer, algunas víctimas de malos tratos aprenden a desconectar su personalidad nuclear cuando el sufrimiento que deben soportar es demasiado; así pueden adoptar instantáneamente el ropaje de una de las otras personalidades (de las que puede haber docenas) cuya función consiste en proteger al niño. Aunque no se puede decir con seguridad cómo se produce el cambio, parece que estuviera en juego alguna forma de disociación por autohipnosis.
Al parecer, algunas víctimas de malos tratos aprenden a desconectar su personalidad nuclear cuando el sufrimiento que deben soportar es demasiado; así pueden adoptar instantáneamente el ropaje de una de las otras personalidades (de las que puede haber docenas) cuya función consiste en proteger al niño. Aunque no se puede decir con seguridad cómo se produce el cambio, parece que estuviera en juego alguna forma de disociación por autohipnosis.